José Noriel Portillo Gil, es su nombre y es señalado como presunto asesino de Javier Campos Morales y Joaquín Mora Salazar, los sacerdotes jesuitas, así como del guía de turistas, Pedro Eliodoro Palma en una iglesia de Urique, en el estado de Chihuahua.
Portillo Gil dirige la célula del grupo delictivo Gente Nueva en la sierra Tarahumara, dicha célula opera para Los Salazar, un brazo armado y operativo del cártel de Sinaloa en la entidad.
Con 30 años, encabeza actividades ilícitas en la región: extorsiones, secuestros, homicidios, robo de cobre y tala ilegal, tanto en Urique como en otros municipios. Es buscado también por el asesinato de un joven norteamericano Patrick Braxton Andrew, efectuado en 2018 en un sitio que es conocido como La Playita.
En ese entonces, Javier Corral quien era gobernador, prometió justicia con su detención y que se castigaría de manera ejemplar a quienes hayan participado en el crimen. Reiteró que nada los detendría en la tarea.
A “el Chueco” se le adjudica el asesinato del activista Cruz Soto Caraveo, integrante del Colectivo de Familias Desplazadas Forzada de la Sierra Tarahumara, quien desapareció el 13 de octubre de 2019.
La Fiscalía de Chihuahua lo ha señalado como responsable del ataque a la comandancia de la corporación estatal de Urique, el 6 de septiembre de 2017.