Durante una reciente entrevista para la revista GQ, Brad Pitt decidió sincerarse con todos sus fanáticos para compartirles su parte más humana. Dentro del relato, el actor de 58 años explicó los difíciles momentos que vivió luego de anunciarse públicamente su divorcio con Angelina Jolie, entre ellos: problemas de alcoholismo, depresión, de salud y hasta la idea de abandonar para siempre la actuación.
Pitt describe que en la pandemia se vio obligado a tomar la decisión de entrar a rehabilitación debido a alcoholismo porque no deseaba terminar como Philip Seymour, a quien grabaron mientras vomitando “Estuve en un grupo de hombres estupendo, muy privado y selectivo, así́ que era seguro”; así mismo, en ese periodo de autoconocimiento decidió dejar definitivamente el cigarro para mejorar su salud, ya que no era sano fumar grandes cantidades al día.
El actor considera que sus excesos a lo largo de los años, han cobrado factura en su aspecto físico, pues, aunque no está diagnosticado él creer sufrir de ceguera facial porque no puede reconocer con facilidad los rostros de las personas.
“…Creo que pasé años con una depresión de bajo grado, y no fue hasta que acepté eso, tratando de abrazar todos los lados de uno mismo, la belleza y la fealdad, que pude captar esos momentos de alegría … Desde hace un tiempo, me veo ya en mi última etapa…”
Rumbo al final de la plática, Brad Pitt dijo sentirse en su etapa final de actor e incluso hizo alusión a estar planeando su retiro en los próximos años, sin embargo, dejó en claro que primero deberá concluir los proyectos pactados y no se cierra a la posibilidad de cambiar de opinión en el futuro. Su nuevo proyecto es Bullet Train, una cinta que desarrolla la historia de cinco asesinos arriba de un tren que van con el objetivo de capturar un portafolio que contiene información de suma importancia.