Otro tiroteo en menos de una semana fue registrado en Estados Unidos, el Departamento de Policía de Tulsa en Oklahoma reportó un saldo de cuatro personas muertas y más heridos en el St. Francis Hospital.
“En este momento tenemos cuatro civiles muertos y un tirador muerto”, declaró el subcomandante de policía, Eric Dalgleis, durante una rueda de prensa. Detalló que el tirador fue abatido en el lugar, pues los elementos policiacos llegaron en menos de cinco minutos, lo que garantizo menos heridos.
Las autoridades confirmaron que el atacante estaba armando con un rifle semiautomático del tipo AR-15 y una pistola semiautomática de calibre 4.0, las cuales adquirió legalmente el pasado el 29 de mayo.
Wendell Franklin, jefe del Departamento de Policía de Tulsa, precisó que el motivo del ataque fue para matar al doctor Preston Phillips, quien operó en semanas pasadas al atacante de la espalda. “Había venido con la intención de matar al doctor Phillips y a cualquiera que se cruzara en su camino. Culpaba al doctor Phillips de su dolor continuo tras una operación quirúrgica”, declaró.
La operación que realizó el doctor Preston Phillips fue el 19 de mayo, dio de alta al tirador el 24 de mayo, pero en varias ocasiones llamó al doctor para quejarse del dolor y pedir tratamiento para calmarlo.
El jefe del Departamento de Policía de Tulsa agregó que la esposa del tirador llamó la policía para brindar información del hecho. “La información de que disponemos actualmente es que ella no sabía lo que iba a pasar, pero él la contactó o bien antes de que ocurriera el tiroteo o durante el tiroteo para informarle lo que había hecho”, indicó el policía.