A través de redes sociales, el Subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell dio a conocer que México registró su primer paciente con viruela símica. Se trata de un hombre de 50 años residente permanente de Nueva York el cual podría haberse contagiado tras viajar a Holanda.
“…Hoy confirmamos el primer caso importado de viruela símica en México. Es un hombre de 50 años, residente permanente de la ciudad de Nueva York, quien probablemente se contagió en Holanda. Se atiende en la CDMX…”
De acuerdo con la información proporcionada por el funcionario público, el paciente se encuentra estable, en aislamiento preventivo y en constante vigilancia para conocer la evolución de la enfermedad. Además, explicó que conforme al desarrollo de la enfermedad es muy probable recuperarse sin tener complicaciones médicas porque la forma eficacia del contagia es baja y en su mayoría son casos aislados o con brotes mínimos que no generar una alerta epidemiológica.
Hasta el momento, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado cerca de 100 casos positivos y 28 sospechosos en: Estados Unidos, Australia, Canadá, Francia, Portugal, Alemania, Reino Unido, Bélgica, Italia, España y Países Bajos.
¿Cuáles son los síntomas de la Viruela del Mono?
Luego de haber estado en contacto con una persona contagiada, en los primeros cinco días comienza la primera fase de la enfermedad donde se pueden presentar los siguientes síntomas:
- Dolor de cabeza
- Dolor de espalda
- Ganglios linfáticos inflamados
- Dolores musculares
- Fiebre
- Dolor abdominal
- Cansancio
Posteriormente, en la segunda fase se observa la aparición de pequeñas ampollas o sarpullido en diferentes partes del cuerpo; Una de las zonas más afectadas suele ser el rostro, pero con el paso de los días se ira extendiendo a otras partes como manos, espalda, brazos, piernas, etc.
Modo de transmisión
La propagación de la viruela símica se ocasiona por distintos factores, algunos de ellos son:
- Por medio de tos o estornudos de una persona infectada
- Al entrar en contacto con ropa usada
- Contacto directo con las lesiones o costras de la piel del enfermo
Recomendaciones
- Lavado de manos constante
- Cubrir boca y nariz con cubrebocas al estar en contacto con un paciente o posible sospechoso
- Evitar compartir alimentos o bebidas
- Lavar ropa de cama, toallas y utensilios utilizados por el paciente enfermo