Anteriormente, el Comité Olímpico Internacional, hizo una petición a las federaciones deportivas internacionales de trasladar o cancelar las competencias previstas en Rusia y Bielorrusia, debido a lo que está ocurriendo en Ucrania.
El COI también recomendó a las federaciones y a los organizadores de competencias que “no inviten ni permitan la participación de deportistas o dirigentes rusos o bielorrusos” con el objetivo de proteger las competencias mundiales y la seguridad de todos los participantes.
Dichas solicitudes y recomendaciones han recibido respuesta: Rusia está fuera del Mundial de Qatar.
Tanto el Consejo de la FIFA y el Comité Ejecutivo de la UEFA, decidieron que todos los equipos rusos, ya sean selecciones nacionales o clubes, sean suspendidos y no puedan participar en sus competiciones hasta nuevo aviso.
Con esto, el fútbol demuestra estar absolutamente unido y se solidariza con todas las personas afectadas por la guerra. Gianni Infantino y Aleksander Ceferin, presidentes de la FIFA y la UEFA, respectivamente esperan que la situación de Ucrania mejore rápidamente para que el fútbol pueda volver a ser un referente de paz y unidad entre las personas.
Hubo un clamor popular y futbolístico sobre la necesaria expulsión de la selección rusa que ha puesto en peligro la paz mundial. Suecia, Polonia, República Checa y Francia se negaban a jugar con los rusos, por lo que la FIFA de la mano de la UEFA dieron el paso para eliminarlos de la ruta hacia el Mundial.
No podemos dejar de mencionar que durante el fin de semana, el un partido de la Primeira Liga de Portugal, en el Estadio Da Luz, el público se rindió ante el jugador ucraniano que ingresó de cambio en el duelo entre el Benfica y Guimaraes.
Roman Yaremchuk fue recibido con aplausos y mensajes de apoyo a su país y no pudo evitar conmoverse ante tal gesto y rompió en llanto: