La Federación de Fútbol de Estados Unidos y la selección femenil del país llegaron a un acuerdo que establece el salario de las jugadoras a 24 millones dólares, igual al sueldo que perciben los jugadores masculinos.
Este hecho representa el fin de la disputa por discriminación salarial que fue interpuesta en 2016 por cinco jugadoras de la selección, Megan Rapinoe, Alex Morgan, Carli Lloyd, Becky Sauerbrunn y Hope Solo, ante la Comisión de Oportunidades e Igualdad en el Empleo de EE.UU. (EEOC).
El comunicado de la Federación aseguró que todo este trabajo es con el propósito de “avanzar en la igualdad” en el fútbol. “¡Cuando nosotras ganamos, todo el mundo gana!”, declaró la jugadora Megan Rapinoe en Twitter, quien es un emblema de la lucha por la igual de género en el deporte.
“Este es un paso adelante monumental para sentirnos valoradas y respetadas y para arreglar nuestra relación con la Federación”, agregó la jugadora Morgan Rapinoe.
La historia de la lucha por la igualdad de derechos salariales también continuó con 28 jugadoras de la selección que interpusieron una denuncia ante la Federación por la discriminación salarial en un corte federal de California.
Estados Unidos es uno más de la lista de países como Noruega o Nueva Zelanda que pagan a jugadores y jugadores los mismos sueldos,