Simón Leviev es mejor conocido como el Estafador de Tinder, este hombre originario de Tel Aviv, Israel se hizo famoso por un documental de Netflix, luego de que se diera a conocer que estafó por millones de dólares a por lo menos tres mujeres en Europa.
A través de la famosa red de ligue, Tinder, Simon Leviev conocía a sus parejas y luego les comenzaba a sacar dinero para poder financiar su vida de lujos que daba a conocer a través de sus redes sociales.
El nombre real de este hombre de alrededor de 30 años es Shimon Yehuda Hayu, proviene de una familia ultraortodoxa judía, se cambió el nombre de manera legal en 2017, pero sus antecedentes criminales vienen desde 2011.
Hace 11 años el israelí fue detenido por presuntamente cometer los delitos de fraude, cuando robó y cobró cheques que eran de sus jefes. En ese entonces, las autoridades no pudieron procesarlo, pues huyó de su país con rumbo a Jordania con un pasaporte falso.
Luego en 2015, tres mujeres lo denunciaron por presuntamente cometer el delito de estafa en Finlandia, posteriormente fue detenido y sentenciado a tres años de prisión, posteriormente a su sentencia, en 2017 es cuando cambia su nombre de forma legal.
Es aquí donde comenzó su historia de contactar a mujeres a través de Tinder para estafarlas. Su historia se dio a conocer en 2019 cuando VG, medio noruego, publicó los relatos de las mujeres que fueron víctimas de Leviev a través de Tinder.
El estafador de Tinder se presentó a sus víctimas como hijo de un millonario que comercializaba diamantes. La directora del documental en Netflix, Felicity Morris, declaró que Leviev era constantemente custodiado “porque los ‘enemigos’ lo tenían en la mira, y viajaba en un jet privado”.
Las mujeres que dieron su testimonio son: Cecilie Fjellhøy, que es noruega, Pernilla Sjoholmy, sueca, Ayleen Charlotte de Holanda.
Luego de la publicación del documental en Netflix, Simon Leviev cerró sus redes sociales y publicó: “Compartiré mi versión de la historia en los próximos días, cuando haya resuelto la mejor y más respetuosa manera de contarla, tanto para las partes implicadas como para mí. Hasta entonces, por favor, mantengan la mente y el corazón abiertos”.