Con una gran sonrisa y magia durante su rutina, Donovan Carrillo alcanzó la mejor marca en su carrera. Este sueño lo cumplió dentro de los Juegos Olímpicos de Invierno.
Carrillo es el primer mexicano en competir en esta disciplina, dentro de máxima justa deportiva en 30 años, es el primer mexicano también en calificar al programa largo.
“No quería que terminara, quería seguir patinando y seguir viviendo el sueño Olímpico. Esto es un sueño hecho realidad” declaró después de participar.
Donovan entrena junto a un grupo conformado por niñas en su mayoría que van de 11 a los 14 años de edad en la pista de un centro comercial en León, Guanajuato. El tamaño de la pista no es olímpico, pero el patinador supo ajustar su rutina al tamaño ideal.
Ha tenido la oportunidad de entrenar y crecer en Europa o en Estados Unidos pero siempre eligió México porque piensa que es mejor enfocarse en las posibilidades reales y hacer que las mismas se expandan al máximo.
El primer ciclo de su acto, Carrillo patinó con “Black Magic Woman” escrita por Carlos Santana, el famoso guitarrista de talla internacional que nació en nuestro país y fue la manera en la que el atleta involucró a la cultura mexicana en su actuación.
Su vestuario fue un traje negro con brillos dorados que fue diseñado por Edgar Lozzano y sobre este dijo que era muy cómodo y que le encantaba, porque tiene alrededor de 17 mil piedras de Swarovskis así que para él era muy especial.