El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, pidió a Rusia retirar sus más de cien mil elementos militares y armamento de su frontera para continuar con el diálogo si tiene intención de no iniciar una guerra.
“Si los responsables rusos hablan en serio cuando dicen que no quieren una nueva guerra, Rusia debe continuar su compromiso diplomático y retirar las fuerzas militares desplegadas en la frontera con Ucrania y en territorios temporalmente ocupados de Ucrania”, escribió en su cuenta de Twitter.
De igual forma, el embajador de Rusia ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU), Vasili Nebenzia, declaró que “no hay invasión prevista en Ucrania, nadie lo ha dicho, sino todo lo contrario”
Al respecto, Serguéi Lavrov, ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, reiteró que Moscú pide que su seguridad “se vea infringida diariamente” al incorporar a Ucrania a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Ante las peticiones del Kremlin, la OTAN y Estados Unidos no han cedido, por lo que la tensión continúa en la frontera con Ucrania. En el caso de Reino Unido, la ministra de Relaciones Exteriores británica, Liz Truss, declaró que se tomarán sanciones financieras a Rusia en caso de que la intervención militar se concrete.
Ucrania está ubicada en un punto geopolítico muy importante para Rusia, pues es el puente con Europa, está en el corazón de euroasia, por lo que Vladímir Putin tiene alto interés en que no entre a la OTAN. Esta nación logró su independencia 1991, cuando la Unión Soviética cayó, hecho que Vladímir Putin calificó como “la catástrofe geopolítica más grande del siglo XX”.