A solo unos días de celebrarse el Día de la Candelaria, cientos de personas acuden distintos lugares de todo México, para poder vestir a sus Niños Dios como lo dicta la tradición cada 2 de febrero; Aunque, algunos decidieron elegir atuendos más convencionales como el “ropón” otros llevaron su creatividad al nivel más alto, por lo que, los vestidos más elegidos del 2022 para los Niños Dios es un tanto diferente.
Entre un sinfín de pequeños calcetines, zapatos, alas, coronas de flores y diversos accesorios, se pueden ver exhibidos Niños Dios con una variedad de vestidos un poco inimaginables, ¿la razón? durante este año, los mexicanos han optado por elegir ropa fuero de lo común. Y es que, uno de los nuevos atuendos es el de “Niño Barrendero” con su trajecito naranja, acompañado de un diminuto logotipo de la Ciudad de México.
“…Poco a poco se van sumando trajes nuevos a petición del público. Aunque se salen de lo tradicional, es lo que ha resuelto que muchos locatarios puedan tener un sustento financiero, ya que con la pandemia las ventas bajaron y no hemos podido recuperarnos…” detalló una vendedora.
De acuerdo con los locatarios del Centro Histórico en la Ciudad de México, en su mayoría, el traje más solicitado en los últimos días ha sido el de Doctor Covid-19, el cual, lleva la vestimenta tradicional de un médico con una pequeña careta; la tradición de ponerles ropa de doctores, sirve para pedir por la salud de los enfermos y en este caso, miles de mexicanos lo eligieron para tener un año con buena salud.
Los tradicionales ropones son considerados un poco costosos, sin embargo, el público puede encontrar ropa para el Niño Dios desde 50 pesos, y en puestos callejeros llegan a rondar hasta por 10 pesos, pero la calidad no es la mejor.
En México, la tradición de vestir a los Niños Dios nació en febrero de 1912, por la iglesia de la Candelaria de los Patos, quienes lo levantaron del pesebre para cubrirlo; aunado a eso, el origen se remonta a la liturgia de la Purificación, en donde los padres visten a sus hijos más pequeños con el fin de recibir la bendición de Dios.
Durante el primer año, el niño deberá ser vestido de blanco y permanecer acostado todo el año, el segundo será vestido como el “Niño de las palamas”; rumbo al tercer año, puede vestirse de cualquier santo o representación de Jesucristo. Actualmente, cada familia a cambiado las tradiciones y llegan a omitir este tipo de reglas.