Los programas de radio y televisión tendrían la obligación de distinguir la información y opinión, y los derechos de las audiencias no pueden estar sujetos a códigos de ética emitidos libremente por las empresas de ese sector.
¿Qué significa esto?
Todos los programas deberán distinguir lo que es una nota informativa, de lo que es una opinión (ya sea del medio de comunicación o del comunicador)por lo que se viola los derechos fundamentales de la libertad de expresión, pues de esta manera, el gobierno puede tener control de lo que se dice y opina sobre la administración.
“Todo informador, en su calidad de intermediario de la programación que difunde, debe cumplir con el deber de que la información divulgada sea, por un lado, veraz y, por otro, imparcial, de tal forma que distinga entre las opiniones o juicios de valor de quien informa y el contenido mismo del mensaje informativo o noticioso”,
Ministro Juan Luis González
El fallo se contrapone a la libertad que lograron los medios en 2017, al determinar sus propios códigos de ética, dependiendo del propósito de la empresa de comunicación. El IFT establecerá reglas obligatorias para los comunicadores sobre cómo dar la información.