Desde el momento en que salió a la luz, el caso de Jeffrey Epstein el nombre de la monarquía británica comenzó a resonar en las portadas de periódico, porque, el Príncipe Andrés de York era uno de los involucrados en los escándalos sexuales.
Aunque la situación que involucra al royal fue ampliamente conocida años atrás, ésta cobró mayor relevancia tras salir a la luz el documental “Jeffrey Epstein: Asquerosamente rico” donde se muestran como el Duque, si tuvo contacto con las jóvenes reclutadas por el depredador sexual.
La decisión de la Reina Isabel II de quitar los honores militares y patronatos al Duque de York llegan a solo unos días de que un juez en Estados Unidos, desestimó los argumentos de Andrés por intentar archivar la demanda emitida por Virginia Giuffre, quien lo acusó por cometer abusos sexuales en su contra cuando solo tenía 17 años.
“…Con la aprobación de la reina y su acuerdo, los títulos militares del duque de York y sus patronatos reales han sido devueltos a la reina… El duque de York continuará sin ejercer ninguna función pública y está defendiendo su caso judicial como cualquier ciudadano…” se lee en el comunicado.
De acuerdo con el anunció del Palacio de Buckingham, a partir de ahora el hijo de la Reina, no podrá utilizar su título de “Alteza Real” y continuará alejado de las apariciones públicas de la familia real británica.
Desde 2019, el Duque de York abandonó todas sus funciones públicas e incluso otorgó una entrevista al programa de la BBC Newsnight, en el cual negó en televisión nacional, las acusaciones de Giuffre. Como era de imaginar, la forma de limpiar su imagen no resultó y abrió más la conversación de que, la Reina Isabel II estaba intentando cuidarlo para no asumir su responsabilidad.
Virginia Giuffre de 38, sostiene abiertamente, haber sido una victima de trafico sexual de Epstein y Ghislaine Maxwell a la edad de 17 años. Durante ese tiempo, relató sufrir de abusos sexuales en Londres, Nueva York y en la conocida isla privada de Jeffrey