Aunque muchos hubiéramos creído que esta tradición tiene orígen en nuestro país, no es real, las piñatas nacieron China, como parte de una costumbre de Año Nuevo, más tarde, fueron traídas a México por los españoles, pero poco a poco se fueron uniendo a las costumbres de las celebraciones navideñas, dentro de la iglesia católica.
Las piñatas tradicionales deben tener siete picos ¿pooor? Porque los siete picos representan los siete pecados capitales: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza.
Los dulces y las frutas representan bendiciones, a la hora de romperse es como si esas bendiciones se esparcieran para los presentes. En algunas ocasiones, las personas se vendan los ojos para pegarle a la piñata, este acto significa la fe. Romper la piñata es romper al demonio y sus males.
Hace algunos años, las piñatas estaban hechas con ollas de barro, periódico y se decoraban de muchos colores. Ahora se hacen de papel maché y cartón para que no sea tan fácil de romper.
Es más común que se rompan por diversión, como parte de la convivencia entre las familias y amigos, ya no necesariamente solo en las posadas, pero siguen teniendo un papel muy importante en nuestra cultura.