El tema de Galilea Montijo sobre su presunto vínculo con el líder del Cártel Beltrán Leyva, la han posicionado en el ojo del huracán, por lo que, todas sus acciones son constantemente criticadas y analizadas; una de estas, se llevó a cabo durante la emisión del programa Suelta la Sopa, donde un experto dio a conocer que significan sus movimientos en dicho videoclip.
Todo el escándalo de Galilea comenzó tras la publicación del libro Emma y las otras señoras del narco, escrito por la periodista Anabel Hernández, quien menciona en uno de los capítulos la presunta relación sentimental entre la conductora y Arturo Beltrán Leyva; Luego de verse sumergía en algo tan delicado, Montijo tomó la decisión de publicar un video, en el cual, desmiente las acusaciones en su contra, pero ¿Realmente dijo la verdad?
De acuerdo con el experto en lenguaje corporal, Andy Salandy dentro del clip se le puede observar más enojo que tristeza, pues en las imágenes se le ven muy marcadas las líneas de expresión cuando expone su sentir a sus seguidores; Asimismo, aseguró que, al hablar de su marido las personas pueden ver una luminosidad, es decir, desconoce ciertas acciones realizadas por el padre de su hijo.
“…Hubo un punto de luminosidad hace un efecto distinto. Habla de que ella realmente no está en conocimiento de lo que el esposo hace. Es lo que me causó un poco de ruido…Vemos las líneas faciales y la vena muy marcada en la frente, en lenguaje corporal esto se puede traducir a que ella estaba realmente molesta, más que triste o más que decepcionada, está molesta…” detalló.
Sobre su relación con Inés Gómez-Mont y Álvarez Puga, el experto reveló que la tapatía muestra cierto temor al tocar el tema; según sus movimientos, existen dos señales clave para descifrarlo, la primera: aprieta los labios y la segunda es simple, solo baja la mirada. Any Salandi considera a Montijo como una persona fuerte que, no planea quedarse con los brazos cruzados e incluso la ve atacando a otras personas con el fin de defenderse.
“…Hubo una fórmula de sacar la lengua y eso es una señal neurolingüística que se llama efecto serpiente, lista para atacar, lista para defender y lista para lastimar si fuera necesario…” finalizó.