El autorretrato de Frida Kahlo, Diego y yo, fue comprado por 34.9 millones de dólares, lo que la convirtió como la obra más cara de una pintora latinoamericana en la historia en una subasta en Sotheby’s, en Nueva York.
Este martes el cuadro de la pintora mexicana marcó un nuevo récord, fue pintado en 1949 y estuvo en estos años en una colección privada con una dedicatoria en la obra: “Para Florence y Sam con el cariño de Frida”.
La obra “es una combinación de factores, es como la tormenta perfecta”, así lo describió la directora de Arte Latinoamericano de Sotheby’s, Anna di Stasi.
El cuadro fue “pintado en el mismo año en que su amado Diego se embarcó en un romance con su amiga, la actriz mexicana del Siglo de Oro, María Félix, este poderoso retrato es la expresión pintada de su angustia y dolor”, detalló Anna Di Stasi, en el comunicado de prensa de la subasta.
La obra fue adquirida por el empresario argentino Eduardo Constantini, quien es fundador del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA). Esta venta deja de lado a Diego Rivera, quien hasta ahora tenía la obra más costosa vendida en Latinoamérica por 9.7 millones de dólares con su cuadro Los Rivales.
“Se podría decir que el resultado de esta noche es la venganza suprema, pero de hecho es la máxima validación del extraordinario talento y el atractivo global de Kahlo”, declaró la directora