Grace fue el primer huracán del Océano Atlántico que llegó a nuestro país, provocando lluvias extraordinarias que generan inundaciones repentinas, desbordamientos de cuerpos de agua como lagos, lagunas y cenotes.
Sin dejar fuera la pérdida de estructura vegetativa y urbana, lo que ha vuelto una zona de riesgo a uno de los estados más turísticos de la Península de Yucatán. Grace es actualmente una tormenta tropical, se mueve relativamente rápido. Al momento, el Centro Nacional de Huracanes indica que ya se ubica en tierra a 55 km al sur-sureste de Mérida.
Su circulación refuerza la presencia de convección y precipitaciones sobre la Península. De acuerdo al pronóstico de trayectoria se tiene previsto que Grace incremente su fuerza al salir de nuevo al mar, con un rumbo hacia el oeste.
Por su parte, Conagua prevé que aún se espera que provoque lluvias en los estados de Campeche, Yucatán, Quintana Roo y Tabasco y vientos de hasta 100 km/h en Mérida, Progreso, Celestún, Ticul y otras localidades de la entidad.
En Quintana Roo se registraron 78 llamados de emergencia en total, 48 fueron en Benito Juárez, nueve en Solidaridad, dos en Isla Mujeres y 19 en Cozumel, principalmente por la caída de árboles, caídas de bardas y anuncios de espectaculares, fallas en semáforos y algunas personas sí tuvieron que ser trasladadas a albergues.
Para las 12 del día se reanudaron las actividades. Se suspendió la Ley Seca que se había activado como parte de las medidas de prevención ante la llegada del huracán.
Ahora se prevé que el siguiente estado que reciba a Grace sea Veracruz, de acuerdo con información de Conagua.