Big Boy, el enorme elefante asiático que fue rescatado en abril pasado, ha sido liberado en el santuario natural Ostok, que fue diseñado en una superficie de 21 hectáreas, a más de veinte kilómetros al norte de la ciudad de Culiacán.
El elefante fue trasladado desde el Zoológico de Culiacán, lugar donde vivió por casi tres meses, en donde ganó peso y fue estabilizado, hasta su nuevo hogar, tuvo varias complicaciones, una fuerte lluvia obligó a suspender su desembarque.
El presidente de la Asociación de Zoológicos Criaderos y Acuarios de México, Ernesto Zazueta Zazueta, informó que Big Boy durmió por primera vez al aire libre en un santuario natural y que la tarde del domingo pasado cuando el paquidermo recibió atención médica, se vigiló su alimentación y se convirtió en uno de los nuevos atractivos de los visitantes del lugar.
Con un poco más de cuatro toneladas de peso, se subió al tráiler en compañía de expertos en su manejo, para iniciar un viaje de poco más de 20 kilómetros. Arturo Islas Allende, activista ambientalista, se apoyó en el empresario de la gastronomía, Jorge Cuevas, también conocido como “Mrs. Cuervas” para lograr rescatar al elefante, con su compra, a una familia del circo Rolex, que lo tenía en un predio no adecuado, en el estado de Jalisco.
El nuevo hogar del elefante asemeja su hábitat natural, es un terreno de 21 hectáreas, alejado de la población de la comunidad de la Campana, en la salida norte de Culiacán, se convertirá en una zona de reserva de animales silvestres.