Después de 28 años, la selección albiceleste levantó un trofeo al cielo. El equipo capitaneado por Lionel Messi lo logró, en el mismo escenario donde hace siete años perdió la Final del Mundial, por fin se erigió como campeón del América.
Argentina venció por una anotación al anfitrión, Brasil y con esto logra romper la maldición, aunque estuvo lejos de ser una final espectacular por más de que ambos equipos con renombre mundial con estrellas como Neymar quien mostró poca efectividad en la cancha.
Empezó mejor Brasil, buscó el protagonismo ante la condición de estar en casa, por su parte, Argentina aportaba por el orden en defensa, en ir llevando el juego a su ritmo para cortar el ataque brasileño, pero no había esas jugadas notorias, aunque mostraron fortaleza en sus defensas, pero sin claridad de ambas partes.
Lo más peligroso que hizo la verdeamarela fue una pelota bajada de Richarlison para Neymar que tiró pero la defensa pudo bloquear. La albiceleste no perdió oportunidad y en cuanto pudo, en el minuto 21 pegó primero.
Por su parte, Brasil intentó imponerse pero lo hizo sin claridad, este fue el escenario que Argentina pudo sostener para el descanso. En la segunda mitad, mientras Neymar trataba de protagonizar y pedía la pelota, Messi apenas se hacía presente, fue uno de los juegos más bajos a nivel ofensivo, con poco peso porque la albiceleste no enganchaba juego en campo rival y a la verdeamarela le faltaba persistencia.
Entre un ambiente tenso en el Maracaná, a Messi se le escapó la oportunidad de coronarse en gloria durante el minuto 88, no supo definir en el área chica, en un mano a mano. Argentina resistió y alcanzó el triunfo que no había llegado desde 1993.