Todo parece indicar que la ciudad de Tokio está encaminado a organizar unos Juegos Olímpicos sin espectadores en gran parte de las competencias, ante la nueva oleada de COVID 19 que ha provocado un nuevo estado de emergencia, lo que asesta otro golpe a un evento que alguna vez se consideró como la verdadera prueba que el mundo superaría en contra de la pandemia.
Ante el anuncio de las autoridades sobre esta medida, se espera que los fanáticos sean excluidos de todos los eventos en Tokio y las áreas a la redonda. El jefe del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, ya se encuentra en Tokio para reunirse con los organizadores y representantes del gobierno para tomar la decisión final.
“Sin espectadores, no habrá viajes nacionales, no habrá visitantes de las regiones, y toda la demanda de viajes y restaurantes relacionados también desaparecerá” explicó Atsushi Takeda, economista del Instituto de Investigación Itochu.
Esto es un revés político para el primer ministro Yoshihide Suga, quien no ha cancelado los juegos, incluso a pesar de la oposición por parte del público japonés y es que fue justo apenas el mes pasado cuando a pesar de las advertencias, levantó las medidas.
Anteriormente se había planteado declarar la emergencia hasta el 22 de agosto, pero este miércoles los casos de coronavirus en Tokio, alcanzaron a 920 personas, esto es el número más alto desde mayo. Más los 896 casos activos que se registraron este jueves.
Hasta el momento, Suga ha agregado que las vacunas están comenzando a mostrar un efecto y puede ser que la emergencia concluya antes del tiempo señalado. Cabe señalar que la capital representa una quinta parte de la producción económica nacional, aproximadamente.
Los organizadores olímpicos habían decidido limitar los espectadores a diez mil por lugar, o al 50 por ciento de la capacidad del recinto, lo que fuera menor. Aunque el gobierno por su parte también había estado considerando reducir esa cifra a cinco mil espectadores, de acuerdo a informes de medios nacionales.