Fue desde julio del 2020 que la Corte Federal del Distrito de Nueva York fue el destino de una acusación en contra de Luis Cárdenas Palomino, quien fungió como director de Seguridad Regional de la Policía, junto a Ramón Pequeño García, el ex jefe antidrogas de la misma corporación.
Los cargos por lo que se les acusan son conspiración internacional para distribución de cocaína, conspiración para distribuir y poseer cocaína con intención de distribuir y conspiración para importar cocaína.
En este dictamen, el acusado principal es Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad detenido en diciembre del 2019 en Brooklyn y aparte está señalado de comandar una empresa criminal. Presuntamente, el cártel de Sinaloa contrató a servidores públicos en México como un medio para lograr los objetivos de su negocio de narcotráfico.
Los tres funcionarios tienen en común su alto rango en el Gobierno de México, lo que facilitaba la protección a la organización a cambio de sobornos de millones de dólares, dentro del acuerdo estaba no interferir con los cargamentos de drogas que eran constituidos por toneladas de narcóticos que tenían como destino los Estados Unidos, así como el acceso a información delicada de las fuerzas del orden sobre las operaciones policiales, contra el grupo delictivo, así como el arresto a miembros de cárteles rivales y el control de los funcionarios en puntos estratégicos para el cártel.