Sus nombres eran Athos y Tango, eran dos perros rescatistas y de asistencia que pertenecían a la Cruz Roja Mexicana, fueron envenenados por comer accidentalmente unas salchichas.
Uno de ellos trabajó como rescatista en el terremoto ocurrido en la Ciudad de México en 2017.
El subcoordinador nacional de Socorros de la Cruz Roja, declaró que uno de los manejadores del equipo sacó a entrenar a los caninos cerca de su domicilio y en el camino encontraron unas salchichas, que ahora suponen estaban envenenadas porque los perros tuvieron una reacción inmediata muy violenta y se buscó ayuda de inmediato para ver lo que había pasado.
Los cuerpos de los perritos se encuentran en estudios para conocer la sustancia que ingirieron. Tenían cuatro años de edad y eran parte integral del equipo de la Cruz Roja.
Tango era de asistencia de personas de la tercera edad o con alguna capacidad diferente y Athos, era un perro certificado por la Asociación Internacional de Perros de Búsqueda y Rescate por la Cruz Roja Mexicana y trabajaba con personas que se quedaban atrapadas en estructuras y también estuvo trabajando durante los sismos de la CDMX, en otros estados buscando personas perdidas en bosques o ahogados en presas, así como en otros países.
“Como institución estamos en contra de cualquier daño y maltrato a cualquier animal. En este caso nos tocó a nosotros, pero queremos que no le pase a ningún otro perrito” declaró.
La Cruz Roja Mexicana despidió a Athos en sus redes sociales.