Su nombre era David Dushman y en la década de los 40 era un joven soldado perteneciente al frente liberador que venció a los nazis en la Segunda Guerra Mundial.
David Dushman tenía orígenes judíos, nació en la capital de Bielorrusia pero a temprana edad se mudó con su familia a Rusia, por que su padre era médico y fue cambiado a un hospital de aquel país. Años después ante la masacre y violencia que vivió el continente europeo decidió enrolarse en el
Dushman no fue de los primeros en ingresar a los campos de concentración, su trabajo en un principio era tener provisiones para todos aquellos judíos que habían huído de auschwitz o habían sido rescatados. Las personas recluidas en los campos de concentración salían tan mal, que los soldados liberadores prácticamente los tenían que revivir.
Con solo 21 años y montado en su tanque T-34, fue uno de los encargados de poner fin al terror ocucurrido en el lugar tras tirar abajo una de las vallas electrificadas que delimitaban el terreno, salvando así miles de vidas.
Cuando finalizó el conflicto armado y se liberaron a miles de personas que estuvieron en los campos de concentración, se convirtió en entrenador de esgrima de la selección femenina de la URSS, disciplina deportiva que él mismo practicó. Aunque nunca compitió de manera profesional, sus alumnos sí y lograron varias medallas olímpicas para Rusia.
Toda su historia la vivió en Rusia, el consideraba que era su ciudad, pero por ironías del destino falleció el pasado 5 de junio a la edad de 94 años en Munich Alemania. El lugar donde se convirtió en héroe salvando la vida al menos a 7500 personas reclutadas en el campo de concentración de Dachau