Miembros de la Familia Real Británica en compañía de la Reina Isabel II, dieron el último adiós al Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo
El pasado 17 de abril se llevó a cabo el funeral del Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo, en la capilla de San Jorge. En una ceremonia íntima dentro del Castillo de Windsor, los miembros de la Familia Real Británica en compañía de la Reina Isabel II, dieron el último adiós a Felipe de Edimburgo.
Fue el propio Duque de Edimburgo quien planeó cómo sería su funeral, durante varios años, supervisó todos los detalles de la ceremonia; un gran ejemplo, fue el diseñar el Land Rover especial que lo transportaba rumbo a la capilla, de acuerdo a fuentes de la realeza, el Duque pidió que el vehículo fuera pintado de color verde militar como tributo a cuando lucho con el ejército británico en la Segunda Guerra Mundial, además de encargarse de adaptar la parte trasera para transportar el ataúd.
Antes de iniciar la ceremonia, las bandas militares tomaron posición en el castillo de Windsor para interpretar los temas que el mismo Felipe de Edimburgo selecciono, iniciando con el himno I vow to thee, my country.
Cubierto con la bandera de su casa real, una espada, su gorra de almirante de la flota y una corona de flores con una tarjeta escrita a mano de la reina, fue como el ataúd del Príncipe Felipe, emprendía su camino hacia la capilla de San Jorge.
El cortejo fúnebre que acompaño el vehículo, dio inició a la salida de la reina, mientras se entonaba el himno nacional God save the Queen; detrás del vehículo, sus hijos: el Príncipe Carlos, la Princesa Anna, el Duque de York, el Conde de Wessex y en compañía de William, Peter Phillips, Harry, el vicealmirante Tim Laurence y el conde Snowdon, caminaron durante ocho minutos rumbo a la capilla.
Solitaria, esperando la llegada del ataúd fue como se veía a la reina Isabel II, quien en repetidas ocasiones fue captada por la cámara limpiando sus lágrimas, al despedir a su amado esposo con quien estuvo casa por más de 70 años.
Un minuto de silencio a nivel nacional se llevó a cabo, cuando el ataúd subía los escalones de la capilla de San Jorge; el inicio y final fueron señalados por los disparos de un arma desde el jardín de la artillería que iba a caballo.
Durante la ceremonia, se tocaron varias piezas musicales que eligió el propio Felipe de Edimburgo. El momento más especial en la transmisión del funeral se vivió, al aparecer un hombre tocando la gaita, mientras iba descendiendo el ataúd hacia la bóveda real donde descansará el cuerpo del Duque.