El pasado viernes 9 de abril, San Vicente quedó cubierta en cenizas tras las múltiples erupciones del volcán Soufrière.
Luego de 40 años inactivo, el volcán Soufrière, ubicado en la isla de San Vicente, hizo erupción y provocó la evacuación urgente de más de 16 mil personas, lo que significó una de las movilizaciones más grandes en la historia de la nación caribeña y que mantiene a miles de personas reunidas en albergues.
De acuerdo con las declaraciones del primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, el país se enfrente ante una “enorme operación” en términos de evacuación, pero también en logística externa, pues además de cerrar el espacio aéreo por la enorme cantidad de humo y ceniza, han advertido a los territorios aledaños de posible repercusiones climáticas.
La explosión provocó la pérdida de electricidad y agua en más de la mitad del territorio, además de una constante presencia de rayos y truenos. Las personas aledañas fueron trasladadas mediante cruceros a zonas más seguras, mientras se levantaba una enorme columna de ceniza y humo.
Esta fue perceptible por satélites y confirmaron que altas cantidades de ceniza alcanzaron un rango de 10 kilómetros a la redonda, pero incluso llegaron al aeropuerto internacional de Argyle, a 19 kilómetros del volcán.
La gran nube fue apreciada desde otras locaciones y pronto se viralizaron imágenes del suceso, mientras que otros estados como Las islas de Dominica, Granada, Antigua y Barbados se ofrecieron para acoger a damnificados del hecho.
La última vez que el volcán hizo erupción fue en 1979, pero durante la segunda mitad del 2020, el Soufrière comenzó a tener actividad sísmica, con exhalaciones de vapor y humo.